9.00 am, suena la música que me hace saltar de la cama. Ducha, saludos en la entrada, café con churros, tostada y zumo. Pienso en el próximo ejercicio, y no sé si cuál será mi mejor lado en cámara, ni qué meter en mi fondo de armario (tengo todas las camisas de rayas y cuadros, los vestidos son negros, y descubro que no paro de mover las manos al hablar y se me hincha una vena en el cuello...). Muchas cosas que aprender hoy, muchas más.
10.00 am, ella nos espera, con sus enormes ojos azules y un collar que me mantiene la atención centrada durante los primeros diez minutos. También me llamaron la atención sus pendientes, una mezcla entre girasoles, bicicletas, vacas. Hay que ser observador y hoy me estoy esforzando.
Apuntes, diapositivas, vídeos, análisis.... ideas que van y vienen. Y las dudas, muchas dudas. Te sientan en medio de la clase, vamos a ver cómo lo haces. Yo te miro con atención. Se me olvidaron las vacas, los girasoles y las bicicletas. Ahora me centro en tu pose y tu voz.
11.00 am, interrumpimos la emisión. El revuelo se cuela en el aula. Tendremos visita. Dejemos los fondos de armario para después, piensa en un debate, y sobre todo, sé positivo.
12.00 am, estoy sentado. Observo todo lo que ocurre a mi alrededor: miradas, incógnitas, cámaras de fotos... Entran por la puerta, y yo, como si estuviera pendiente de girasoles, vacas y bicicletas, decido prestar atención. Esta vez son otras cosas las que me tienen atenta: ministerio, organización, militancia, proyectos, ideas... mis compañeros preguntan, Blanco y Gutiérrez responden a nuestras incesantes dudas. Si por nosotros fuera, bien podríamos tenerles aquí todo el día (somos un grupo muy activo).
Después de comer nos lanzamos de nuevo al debate.
- ¿Estás a favor del burka?
- Las encuestas no dicen eso
- Con nuestros avales, demostramos que podemos....
- Si vosotros podéis, nosotros podemos más....
- Mira los mensajes del móvil!!!
- y tú mira el bono con el que pagamos esto!!!!!
- BUENAS NOCHES Y BUENA SUERTE
Después de un día como éste, tengo energías suficientes para seguir trabajando. Ideas, ganas, y sobre todo, el equipo de gente con la que hacer cada una de las cosas pendientes. Ponme un poco de hielo, y te espero junto a la piscina.
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